lunes, 21 de noviembre de 2011

MÉXICO, CANDIDATOS PRESIDENCIALES Y TIEMPO ECOLÓGICO.


En México, la política parece no responder a la misma velocidad en que se altera el ambiente y los ecosistemas. Una vez conocidas las problemáticas ambientales, son las comunidades, la academia y las ONG’s los primeros actores que se preocupan por entender sus causas y plantear soluciones que pasan al campo político, donde pierden su horizonte y se confunden en cuotas burocráticas e intereses económicos, demorando la intervención, planeación o control por parte del Estado. Y mientras esto ocurre, la degradación ambiental avanza a pasos acelerados, muchas veces de manera irreversible. Este es el camino que ha seguido gran parte de la mancha urbana y la depredación de los recursos naturales que destruyen los espacios necesarios para mantener, por lo menos, neutralizado el carbono que emite el país en su conjunto.

La brecha entre el tiempo político y el tiempo biológico de los ecosistemas está jugando en contra del último, y a pesar de ser uno de los diez países más megadiversos del mundo en materia de especies, es el país latinoamericano con la huella ecológica más alta, y una de las mayores del mundo. Lo anterior significa que el impacto que México tiene sobre su territorio físico –tierra y océano- para sostener el consumo de bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades de su población, y para absorber sus residuos, es superior al territorio que posee, lo que obliga a utilizar parte de territorios de otros países vía importación. Situación claramente insostenible para el desarrollo del país y del planeta.


A pesar que resultan lógicas las consecuencias nefastas de no prestarle atención a la degradación ambiental que hoy vive el país, el debate político presidencial para las justas que se celebran este año, en el que la problemática ambiental debería estar en el primer renglón de la agenda y de las propuestas de cada uno de los candidatos, poco interés tiene. Asuntos como el narcotráfico, orden público, comercio internacional y los impactos económicos en México de la crisis del sistema financiero mundial, han sido los temas preferidos en este inicio de campaña por parte de los candidatos que busca hacerse del puesto más importante del país; y claro que son temas de importancia nacional, pero la urgencia de establecer posturas más serias que garanticen la satisfacción de necesidades de la población mexicana sin alterar las futuras generaciones, debería estar siquiera al mismo nivel que los asuntos mencionados. 


Se hace urgente que los impactos generados por las actividades humanas a los ecosistemas empiecen a ser tomados en serio por México para evitar que se entre en un camino irreversible del que ya no haya marcha atrás; y qué mejor que las propuestas se encuentren al calor de la política nacional, se evalúen por parte de la ciudadanía y sean un criterio de elección para el 2012. 


Empezar a disminuir la brecha entre el tiempo ecológico y el tiempo político sería un buen comienzo para recuperar la confianza del país hacia los asuntos públicos, y para encarrilarlo de una buena vez al vagón de la sostenibilidad.

No hay comentarios: